Primer curso: Oratoria, Argumentación y Debate Universitario

El primer cuatrimestre está dedicado a sentar las bases. Los alumnos aprenden a dominar los aspectos fundamentales de la comunicación oral: el control de la voz, el manejo del lenguaje corporal, la elección adecuada de palabras y la capacidad de transmitir con seguridad y claridad.

A esto se suma un bloque de argumentación lógica, donde se enseña cómo razonar, ejemplificar, defender una tesis y refutar con eficacia. El objetivo no es solo hablar bien, sino pensar bien y comunicar con impacto.

Finalmente, los estudiantes se adentran en el mundo del debate competitivo universitario, concretamente en el formato World Schools. Durante el curso, se realizan simulaciones en clase y el aprendizaje culmina con un Torneo Interno en enero, en el que participan los distintos grupos de todos los campus y formadores. Esta experiencia marca un antes y un después: los alumnos no solo aplican lo aprendido, sino que viven por primera vez la emoción de competir y trabajar en equipo.

Este curso está especialmente orientado a quienes desean mejorar su seguridad al hablar en público, adquirir soltura en exposiciones y defender sus ideas con convicción.

Segundo curso: Debate Competitivo

El segundo cuatrimestre es una inmersión más profunda en los formatos de debate más prestigiosos a nivel nacional e internacional.

Por un lado, el Debate Académico, como el de la reconocida LEDU, enseña a construir una línea argumental sólida, a investigar en literatura académica y a utilizar evidencias de calidad (informes oficiales, estudios contrastados, referencias de prestigio). Además, se trabajan técnicas oratorias avanzadas como el exordio, que ayudan a captar la atención desde el primer segundo. Este formato conecta de manera directa con el mundo profesional, pues fomenta la claridad expositiva, la capacidad de persuasión y el manejo de contextos formales en los que se relacionan líderes, abogados, directivos y figuras públicas.

Por otro lado, el debate British Parliament (BP) —presente en torneos como CMUDE, EUDC o Round Robin— lleva a los alumnos a desarrollar al máximo su capacidad de improvisación, excelencia argumental y pensamiento crítico. En este formato, los estudiantes aprenden a construir un caso lógico y persuasivo en tan solo 15 minutos, aplicando conocimientos de política, economía, historia o relaciones internacionales. Esta habilidad no solo resulta fundamental en competición, sino que se traduce en ventajas concretas en la vida real: entrevistas de trabajo, presentaciones orales o conversaciones cotidianas donde la agilidad mental marca la diferencia.

Más que un curso: una experiencia transformadora

Ambos cursos no solo enseñan a hablar y debatir: forman personas seguras, críticas y con proyección de futuro. Los alumnos desarrollan habilidades sociales, intelectuales y lógicas que les acompañarán toda la vida. Participar en el Club de Debate URJC significa enriquecer la experiencia universitaria, ampliar horizontes y rodearse de personas con inquietudes similares, que muchas veces acaban convirtiéndose en amigos para toda la vida.